A menudo, al acompañar procesos acerca de Crianza Respetuosa y Consciente, en los diferentes espacios de formación, escucho frases como: «Ay Elízabeth, si esto lo hubiese escuchado antes» o «¡cuántos errores he cometido!»; incluso, me han llegado a expresar, con profundo dolor cosas como: «creo que ya «me tiré» en mis hijos para siempre». Y es que efectivamente, hacer consciente lo inconsciente, no es una tarea fácil de asumir, más aún, cuando de la vida de nuestros hijos se trata.

Sin embargo, como suelo contestarles a todos los que me comparten este tipo de angustias: ¡nunca  es tarde para empezar!

En -Hijo, perdóname- quiero acompañarte a transitar el camino de la reparación y la reconexión con tus hijos, cuando al darte cuenta de los errores cometidos, quieras darte la oportunidad de hacer las cosas un poco mejor y resarcir los daños causados.

Será una experiencia de perdón y restauración, que nos ayudará a asentar las bases, para construir una familia nueva, sin importar, cuánto tiempo haya pasado o cuántos daños hayamos causado; porque, ¡nunca es tarde para empezar!

Te esperamos.