Sin lugar a dudas, criar no es fácil, y mucho menos, cuando nuestro hijo real no coincide con nuestro hijo imaginario.
Muchos de nosotros traíamos un sinnúmero de expectativas referente a lo que sería la maternidad/paternidad, incluso, cayendo en la idealización. Pero cuando tenemos que enfrentar la realidad, y contemplar las posibilidades e imposibilidades de este ser, que vino al mundo, no a complacer nuestros ideales, sino a encontrar su propia realización, terminamos enfrentándonos a un contundente desafío. Y si adicional a esto, nuestro hijo o hija presenta alguna condición de neurodiversidad como un déficit de atención, un trastorno sensorial o del aprendizaje, o si se encuentra dentro del espectro autista, nuestro reto es aún mayor.
¡Auxilio! Mi hijo se me salió de las manos, es una invitación a replantear nuestras expectativas frente a la crianza a partir de la aceptación incondicional de nuestros hijos desde la contemplación de su ser, mientras nos llenamos de herramientas para acompañar de manera firme pero respetuosa, su desarrollo neurodiverso.