Muchos padres, docentes o formadores pueden ver la adolescencia como esa etapa donde nada les gusta, todo les molesta, se avergüenzan de sus padres, cuestionan la autoridad y, en fin, se dan todos los cambios pertinentes a la transición de la infancia a la adultez. Ahora bien, ¿Será que realmente la adolescencia es una pesadilla? o ¿Podríamos llegar a convertirla en un apasionante reto, donde acompañemos a nuestros hijos en la formación de su carácter y la consolidación de su personalidad?
La respuesta depende de ti papá, mamá, docente y formador.