Quien haya creído que una familia sana es aquella que no tiene conflictos ha estado muy equivocado.
El conflicto es inherente a las relaciones interpersonales pues somos seres totalmente diferentes, con perspectivas diferentes y formas de ser y estar diferentes. Pero el problema no es el conflicto, es el no tener herramientas para saber gestionarlo.
Por esto, no te pierdas esta oportunidad de trascender al interior de tu familia llenándote de estrategias para hacerle frente a los diferentes conflictos propios del ciclo vital familiar.
¡Te esperamos en Familias a prueba de conflictos!