Al dar gracias a Dios por cada nuevo día y por seguir siendo parte de este mundo, donde los aciertos y desaciertos nos ayudan a crecer, es una de las mejores maneras de acercarnos más a nuestro Padre. Queremos compartirles esta bellísima reflexión para que la graben en su corazón y recuerden que hoy es el día para regalarle su brillo al mundo. ¡Reconozcan su grandeza y háganse cargo de lo que les corresponde de la mano siempre de Dios! Esta reflexión nos la presenta nuestra Ps. Cristina Grajales